Mié 13 septiembre | 19:30
En su cuarta exposición individual, Marco Bizzarri, artista, co-fundador de De Facto Colectivo y ex alumno de la Facultad de Arte de la PUC, presentará la segunda etapa del proyecto investigativo que inició en su extensa residencia en ARC –Agentes Residentes en Choros-, ubicado a 600 km. al norte de Santiago.
En su estadía, Bizzarri, junto a Paula Solimano -curadora del proyecto y también ex alumna y co-fundadora de De Facto-, estudiaron la historia y situación actual del lugar y construyeron obra visual en torno a uno de los problemas más contingentes y menos regulados en el país: el impacto ambiental y social de la industria minera.
Bizzarri recogió y ordenó diferentes elementos objetuales encontrados en la zona, cuya materialidad probaba el abandono y la exposición al tiempo al que habían sido sometidos. En aquella ocasión erigió una serie de intervenciones site-specific en el paisaje, instalaciones de gran envergadura que rozaron lo relacional y marcaron inicio del ciclo de residencias del nuevo proyecto cultural de la zona, fundado y dirigido por Rosa Velasco.
En esta segunda etapa, y con la redacción de textos de Antonia Taulis, hizo un nuevo barrido y seleccionó otra parte de los materiales recolectados en Los Choros: en este caso seleccionó huesos y herramientas, que remiten al trabajo humano y la muerte, de su proceder e incidencia sobre la vida y el final de las cosas.
En la exposición que se expone en Espacio Vilches se plantea un cruce disciplinar entre fotografía, grabado e instalación. El elemento común a cada obra es la remisión a una forma de estudio geológico específico al que antiguamente eran sometidas las rocas con el fin de determinar el potencial del suelo al comenzar un proyecto minero. El título de la muestra alude al primero de ellos: determinar la procedencia.
En un cuidadoso despliegue y orden de elementos encontrados, Marco Bizzarri expone de 500 a 700 huesos recogidos en los alrededores de los enormes depósitos de relave en la comuna de La Higuera. Los enumera y cataloga reproduciendo arbitrariamente aquel primitivo protocolo de “determinar la procedencia”, en un intento por entrelazar el proceso inicial de un posible proyecto minero, y la fatal consecuencia que estos tienen: la muerte y enfermedad de miles de animales y personas por intoxicación.